El arte de dejarse contagiar por otras miradas | UCU Business School
El arte de dejarse contagiar por otras miradas
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El arte de dejarse contagiar por otras miradas

"Mi perfil no sale en los diarios”, dice con humor Viviana Martínez, y cuando mirás su LinkedIn entendés el porqué. Viviana es licenciada en Sociología egresada de la Universidad Católica del Uruguay, con estudios en participación ciudadana, desarrollo regional y local y consultoría organizacional. Con esos conocimientos, suma más de 25 años de experiencia en gestión de políticas públicas, de los cuales, los últimos 15 los dedicó a políticas de desarrollo de talento para servicios globales y otros rubros desde Uruguay XXI e Inefop

Martínez también es alumni del Programa de Desarrollo Directivo (PDD) de UCU Business School y desde febrero de 2023 pasó del sector público al privado como Jefa de Talent Services de Zonamerica, pero su rol abarca más allá de la gestión humana como se conoce tradicionalmente. En esta oportunidad, conversamos con Viviana sobre los desafíos de trabajar la gestión de talentos de una organización de este tipo, de forma estratégica y con mirada sostenible. 

¿Cómo ves la situación actual de Zonamerica con respecto a servicios similares en el resto de la región? 

Cuando hablamos de regiones, yo creo que hay otros atributos que van más allá de Zonamerica y que tienen que ver con atributos país. Cuando viene cualquier cliente del extranjero a conocernos, los primeros atributos que resaltamos son la confianza, los índices de democracia, los bajos niveles de corrupción, la seguridad jurídica en el país. Luego comenzamos a explicar los atributos de la Ley de Zonas Francas, que establece ventajas impositivas que suman alto valor para algunos clientes. Por último, viene el diferencial de Zonamerica, donde los clientes tienen la posibilidad de ir creciendo a medida que la compañía crece, porque pueden empezar con una oficina pequeña, luego evolucionar a su propia oficina, luego a su propio edificio. Es decir, tenés un potencial enorme para seguir creciendo.  

Y quizás el aspecto más destacable es que brindamos un servicio de One-Stop Solution, porque el cliente realmente ingresa y se siente contenido en todo el proceso desde que toma la decisión hasta que comienza su operación. Les ofrecemos una diversidad de servicios entre los que se cuentan los de Talent Services, para que los clientes solo se tengan que preocupar por su negocio y ese es nuestro diferencial. Además, Zonamerica tiene algo que a mí me motiva particularmente y es el concepto de sustentabilidad. Este edificio en el cual estamos tiene certificación LEED, por ejemplo, o sea que estamos aportando valor también desde ahí.  

¿Qué abarca la gestión de talento en un campus como Zonamerica? 

Esta área tiene como objetivo vincularse con todos los clientes del campus, que son alrededor de 500, para entender los desafíos y oportunidades que hay para seguir creciendo y seguir desarrollando el talento que trabaja en el campus, y generar servicios que respondan a eso. Nuestra área integra todos los servicios de talento hacia el cliente, facilitando la comunicación con ellos y la gestión de los servicios que le sean de interés. Por ejemplo, tenemos la formación, tanto para los procesos de upskilling como de reskilling en las compañías, hoy está nucleado en esta área. El hiring también lo manejamos nosotros, acompañamos a las empresas a hacer todo el proceso de reclutamiento y después el onboarding correspondiente. También esta nueva área tiene una visión más estratégica respecto a la vinculación con otros actores que contribuyen a la captación de talento desde nuestro entorno, como las universidades y centros educativos en general. 

Entendido esto, ¿cuáles crees que son los mayores retos en la gestión de talentos en un campus como Zonamerica? 

Me parece que tenemos el mismo reto que tienen todas las empresas a nivel global después de la pandemia: las expectativas y las necesidades del talento cambiaron y eso hace que estemos en una búsqueda de diversificación de las experiencias que se brindan al talento en su entorno de trabajo. En Zonamerica hemos trabajado mucho en la variedad de espacios de trabajo, la buena atención dentro del campus, la seguridad dentro del complejo, la facilidad para estacionar autos, etc. Después tenemos otros desafíos, entre los que está seguir posicionando el campus, especialmente entre el talento más joven.  

¿Han implementado iniciativas puntales para enfrentar estos desafíos? 

Además de la diversidad de instalaciones en el campus, tenemos un área de Campus Experience que le pone mucha energía a generar actividades para que las personas que trabajan acá tengan distintas instancias para distenderse, aprender, ir a un taller o a una clase de pintura, por ejemplo. También tenemos campeonatos deportivos, tenemos un Club House con canchas de pádel y de mini golf. 

Para centralizar la información de lo que pasa dentro de Zonamerica, tenemos una aplicación -Zona Go- en la que podemos saber todas las novedades y las actividades que hay en el día; también nos permite destrabar el monopatín y movernos, gestionar el acceso a todos los edificios, etc. Estamos integrando todo en un solo lugar para mejorar la experiencia de las personas. 

¿Cuáles son las estrategias más efectivas que implementan para atraer talento? 

Lo primero que hicimos desde febrero de este año fue fortalecer los lazos con todos los centros educativos. Nos queda mucho por hacer, pero lo primero ha sido tratar de acercar las universidades y los liceos al campus, porque cuando los estudiantes ya tienen una primera experiencia con nosotros, puede que los ayude a derrumbar algunas barreras y ver otras cosas que a priori no pueden ver. Estas instancias además nos fortalecen a todos, porque también buscamos aportar valor según lo que los centros educativos necesitan. O sea, los estudiantes no vienen de paseo, es un trabajo didáctico, pedagógico, que se acuerda con cada centro. Luego respecto a mi rol principal, que es estar con el cliente y entender sus necesidades de talento y servicios relacionados, estamos trabajando en la construcción de confianza para trabajar en conjunto y de forma más estratégica.

Otro punto que también es parte de mi trabajo y nos interesa particularmente es entender las dinámicas en territorio: dónde están las necesidades, qué interacciones podemos generar, etc. Somos parte de una cadena de valor y tratamos de relacionarnos más con los distintos actores: los económicos, los sociales y los educativos. Es parte de los desafíos que también estamos encarando. 

¿Cómo trabajan en cultivar los vínculos con otros actores en el territorio?  

En lo que tiene que ver con el distrito, Zonamerica tiene larga trayectoria de trabajo en el territorio, lo ha hecho siempre, lo que tenemos que dar ahora es un salto cualitativo para poner en valor las oportunidades que tienen las personas del distrito para trabajar en el campus. Eso para nosotros significa hacer el match realmente con el talento del territorio. 

Los desafíos pueden estar en el tipo de oportunidades que tenemos dentro, el nivel educativo fuera y cómo ayudamos a potenciar eso con instrumentos que ya existen. No tiene que ser Zonamerica quien lidere de forma solitaria la formación en el territorio, pero sí hay que buscar una interlocución más simple para que las cosas sucedan. Somos muchos los actores que estamos acá y, si unimos fuerzas, seguramente vamos a generar mejores resultados. 

¿Cuáles son las competencias que más se buscan acá en Zonamerica?  

Como la mayor parte son compañías que trabajan para el mundo, la primera cuestión tiene que ver con los idiomas. Esto va a pasar en cualquier compañía global, o sea, es fundamental el idioma inglés y luego el portugués en algunos casos. 

Después hay competencias que tienen que ver más con el rubro. Todo lo relacionado al área administrativa tiene muy alta demanda: finanzas, administración, contabilidad, economía, etc. Y comienza a ser imperativo contar con conocimientos de analítica, de manejo de datos, ya no solo se necesita un manejo de excel avanzado. Ahí hay una oportunidad de mejora interesante desde las propias universidades y el diseño curricular, en términos de lo que debería ser transversal a cualquier profesión.  

También está el rubro de tecnologías, ya no solo las compañías tecnológicas, sino compañías que se dedican a otros rubros, pero que sus propias áreas tecnológicas demandan perfiles más especializados. Ahí hay un lindo desafío, no solo para Zonamerica, sino a nivel país y diría incluso a nivel mundial. 

Por último, hay muchas empresas operativas en el área de logística. Esos rubros van cada vez más hacia un proceso de automatización, entonces ya no se trata solo de saber mover o no una caja, sino moverla a través de herramientas digitales. Entonces, para las posiciones más operativas, el contar con determinadas habilidades digitales se vuelve clave. También se piden mucho las habilidades más soft que tienen que ver con el trabajo en equipo, la comunicación, la resolución de problemas. Esto atraviesa a todos los sectores y a todos los perfiles, pero seguramente en algunas áreas operativas se vuelve más crítica. 

¿Cómo miden el impacto de las iniciativas que llevan desde el área? 

En general, Zonamerica tiene encuestas de satisfacción de los clientes a nivel anual. Después también hacemos encuestas por actividad, esas sí las hacemos nosotros in house. Y también están otras métricas de resultados dependiendo de lo que nosotros nos proponemos como metas, y vamos midiendo si lo estamos logrando o no a lo largo del año. 

En vista de que mi rol comienza a tener esta mirada como más de estrategia, estamos intentando medir todo lo que se pueda, pero hay cosas que son bastante más cualitativas, entonces es más difícil. Por ejemplo, en el vínculo con las universidades, hacemos más mediciones con los docentes en términos de la calidad de la experiencia, de lo pedagógico, de las expectativas que ellos traían y demás. En general tenemos alta valoración. 

¿Por qué es importante en un área como la que lideras pensar con mirada estratégica hacia lo sostenible? 

Yo creo que los negocios van a dejar de ser medidos por la rentabilidad que tienen y van a empezar a evaluarse de acuerdo a su impacto, qué le dejan a las nuevas generaciones. Eso Zonamerica lo tiene muy claro desde su creación y a partir de ahí solo queda mejorar. 

El concepto de sustentabilidad es bastante más que lo ambiental, que en el campus ya está sumamente trabajado y la mayor parte de los clientes están alineados en ese sentido. Sin embargo, desde mi rol creo que sí, tenemos todavía muchísimos desafíos para trabajar, como tiene todo nuestro país, en género, en diversidad, en diferentes dimensiones que tienen que ver con esto de la sustentabilidad, pero me parece que lo bueno es que está visualizado, tenemos una hoja de ruta trazada.  

En temas de diversidad, por ejemplo, nos queda muchísimo todavía por transitar, pero tenemos que hacerlo junto con nuestros clientes y ahí debemos tener en cuenta que cada uno tiene una posición al respecto y va dando pasos a su ritmo en ese sentido. La integración de otras minorías también es un reto, pero lo importante es poner las discusiones sobre la mesa. En género, te diría que el campus funciona bastante bien porque hay representatividad y demás, pero hay que seguir trabajando en los roles de liderazgo.  

Con un perfil y una experiencia como la tuya, ¿qué te aportó el Programa de Desarrollo Directivo? 

El Programa de Desarrollo Directivo (PDD) no fue una búsqueda personal o profesional, sino que fue algo que en la institución en la que trabajé anteriormente consideraron que era importante que hiciéramos todos los gerentes y fui parte de eso. Hay que entender primero que yo venía con una cabeza y un desarrollo profesional desde la política pública y la gestión de la política pública, y esa fue mi área de expertise por 27 años. Pero hace algunos años me empecé a sumar a cursos cortos para entender por dónde iba la responsabilidad social y corporativa, las metodologías ágiles, el project management, entonces sin darme cuenta empecé a interesarme por cuestiones que pasaban en el mundo corporativo. 

Cuando se presentó la oportunidad del PDD, ¿qué descubrí? Descubrí que al final hay algunas fronteras que están muy vinculadas a mi matriz de conocimiento de Ciencias Sociales, Sociología. Cuando uno piensa en metodología de proyectos en Ciencias Sociales, no está tan alejado de la metodología de proyectos desde la visión empresarial. Cuando uno habla de todas las cuestiones más financieras, te das cuenta de que en ciencias sociales lo habíamos aprendido con otra jerga. Y al final me di cuenta de que la formación era un buen match con mi perfil más desde la cabeza de política pública, pero con el mundo empresarial como interlocutor principal. 

Quizás ahora que estoy en el mundo de lo privado hay muchas cosas que realmente me sirven bastante porque el PDD me dio herramientas que me permitieron comprender el mundo empresarial y me encantó haberlo transitado. Me parece que tiene una mirada muy integral de distintos temas que para los que vienen desde una formación más de Ciencias Sociales, es como un baño de realidad. 

¿Qué aprendizaje te gustaría compartir con otros colegas? 

Yo creo que lo importante en este tipo de formación es dejarse llevar por la experiencia y abrirse, porque tiene todo este concepto de trabajar en equipos y ahí te encontrás con diversidad de perfiles. Yo creo que eso también te nutre, te permite aprender y te permite entender.  

Es verdad que desde lo público éramos muy pocos, y desde las Ciencias Sociales bastante menos, y me parece que ahí hay un lindo aprendizaje para mis colegas que vienen de ese lugar: dejarse contagiar un poquito por otras miradas, porque seguramente vas a tener que charlar varias veces con alguien de Finanzas, de tu empresa, por ejemplo, y lo mejor que te puede pasar es entenderlo un poco. Entonces tiene que ver con dejarte sorprender por distintas disciplinas.